Por: Zamara Bustos

El cambio no sucede desde el juicio.
Si quieres cambiar algo de ti no te juzgues.

¿Quieres cambiar algo de tu cuerpo? No lo juzgues.
¿Has percibido que el juicio es apretado y pesado? Si lo percibes así, es porque no es verdad para ti, el juicio limita y deja pocas opciones.

Entonces, la invitación para evitar estar en juicio, ya sea de ti, de algo o de alguien más es el magnífico, mágico y maravilloso espacio de las preguntas.

Las preguntas abrirán espacio en ti y en los demás. Para crear algo, para mirar diferentes opciones, para desatorarse y muchas cosas más; tenemos a la mano esta súper herramienta: la pregunta.

¿Te gustaría cambiar el hábito de juzgar para crear un nuevo espacio desde las preguntas?

Un ejemplo muy común es cuando juzgamos nuestro cuerpo, ¿qué tal que en lugar de ir al juicio, puedes hacer una pregunta?
Por ejemplo:  ¿cómo puede cambiar esto?, ¿hay algo que puedo hacer para cambiar esto?, ¿qué otras opciones no he reconocido todavía para cambiar esto?, ¿que requeriría reconocer estas opciones con total facilidad y que no me quepa duda?, ¿qué está bien de esto que no estoy reconociendo?

Las preguntas abrirán un espacio que de inicio relajan; intenta no pensar en una respuesta. Si vienen ideas está bien; déjalas pasar, vuelve a la pregunta, a ese estado y percíbe si es ligero o pesado, si es expansivo o apretado, algo más percibirás más allá de los pensamientos y esa será tu verdad, tú sabes, sólo tú sabes lo que es amable, ligero, divertido, fácil y gratificante para ti.

La mejor noticia es que puedes preguntar cuando y cuanto quieras.
Preguntar es una forma de dejar el juicio, las expectativas y las conclusiones. La pregunta es una manera de estar en el presente y hacer un cambio.

Te invito a que lo intentes, finalmente no puedes cambiar algo desde la misma forma en que fue creado, intentemos algo diferente.
Si lo percibes divertido, puede ser que ya lo estés eligiendo.